A partir del lunes de Semana Santa, la Iglesia se adorna con la tristeza, pero sin perder la esperanza y alegría de la esperada Resurrección.
Lunes, Martes y Miércoles Santo
A partir del lunes de Semana Santa, la Iglesia se adorna con la tristeza, pero sin perder la esperanza y alegría de la esperada Resurrección.