La vida de los Santos: El Santo y Piadoso Emperador Justiniano y la Emperatriz Teodora
Conmemorados el 27 de noviembre (14 de noviembre)
El Santo y Piadoso Emperador Justiniano, figura central en la historia del Estado bizantino, fue también un gran defensor de la Ortodoxia, constructor de iglesias y escritor eclesiástico. Era de ascendencia eslava, nacido en Bulgaria. Durante su reinado (527-565), Bizancio alcanzó gloria mediante victorias militares en Persia, África e Italia, gracias a las cuales el paganismo fue definitivamente erradicado entre los pueblos germánicos de los vándalos y los ostrogodos. Por orden de Justiniano fueron cerradas las escuelas paganas de Atenas.
Con el fin de extender el cristianismo en las regiones de Asia Menor, Justiniano envió allí al obispo Juan de Éfeso, quien bautizó a más de setenta mil paganos. El emperador ordenó construir noventa iglesias para los recién convertidos y apoyó generosamente la construcción eclesiástica en todo el imperio. Entre sus obras más admiradas se cuentan el monasterio del Sinaí y la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla. Bajo su gobierno se levantaron muchas iglesias en honor de la Santísima Madre de Dios. Hombre de amplia formación, Justiniano se preocupó profundamente por la educación del clero y de los monjes, ordenando que recibieran instrucción en retórica, filosofía y teología.
El piadoso soberano dedicó gran esfuerzo a la lucha contra los origenistas de su tiempo, que entonces intentaban revivir la herejía nestoriana. Contra sus especulaciones heréticas se compuso el himno:
“Oh, Hijo Unigénito y Verbo de Dios, Tú eres inmortal y tuviste la voluntad de encarnarte para nuestra salvación, de la Santa Madre de Dios y Siempre Virgen María, haciéndote hombre sin sufrir cambio alguno; fuiste crucificado, ¡oh! Cristo Dios, con la muerte venciste la muerte, siendo Uno de la Santa Trinidad, glorificado juntamente con el Padre y el Espíritu Santo, sálvanos” ,
Cuyo canto mandó que fuera obligatorio en las iglesias. Desde entonces hasta hoy, este himno se canta en la Divina Liturgia antes de la Pequeña Entrada (el segundo antifón). Por mandato del emperador, en el año 553 se convocó el Quinto Concilio Ecuménico, que condenó las enseñanzas de Orígenes y confirmó las definiciones del Cuarto Concilio Ecuménico de Calcedonia.
El santo emperador Justiniano se ocupó también del orden y de la justicia en su imperio. Bajo su dirección se compiló el conjunto completo de las leyes romanas, que ha llegado hasta nosotros como el “Código de Justiniano”. Las Novellae (leyes eclesiásticas) del emperador forman parte de todas las versiones del Nomocanon de la Iglesia rusa.
En su vida personal, el santo emperador fue estrictamente piadoso y ayunaba con frecuencia. Falleció en el año 565.
Junto con él fue incluida en la lista de los santos su esposa, la emperatriz Teodora, que murió en el año 548. Al principio fue una gran pecadora y seguidora de la herejía monofisita, pero luego se arrepintió y llevó una vida virtuosa, guardando pureza de alma y de cuerpo.
Fuente: Holy Trinity Russian Orthodox Church, Baltimore, Maryland USA.
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