EL PADRENUESTRO. Segunda parte
La Divina Liturgia. Parte 15
La tradicional traducción: “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy” no es justamente la más precisa.
El texto original de esta oración y la traducción más apoyada por los Santos Padres es sin lugar a duda: “sustancial” = “consubstancial”.
«PAN» … ¿por qué no pescado, o miel, etc.?
Porque tenemos que ocuparnos principalmente de lo básico, no preocuparnos por tantas cosas innecesarias terrenales… nuestro padre nos dará lo que necesitamos. Además, es el pan espiritual lo que más necesitamos para la vida eterna y debemos que anhelar.
«HOY» … ¿por qué no toda la vida?
Para que pidamos lo justo y necesario. Según san Pablo en 1 Timoteo 6:8: “Teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. Confiamos en que nos cuidará cada día.
«NUESTRO» … ¿por qué no mío?
Nos recuerda no olvidar a nuestros hermanos, cuando pedimos a Dios algo para nosotros. En esto se basa la sociología cristiana…. la hermandad, no hay lugar para el egoísmo.
Los Santos Padres de la Iglesia han interpretado esta petición de dos maneras:
1… que somos conscientes de nuestra dependencia de Dios para nuestra vida diaria y que todo lo que tenemos para mantenerla es un regalo de Él.
2… que esta es una oración por el Pan de Vida, el Pan Eucarístico, Su Cuerpo que recibiremos en el misterio de la Sagrada Comunión.
Juan 6: 58: “… el que come de este pan, vivirá eternamente”.
En el Padrenuestro, según Mateo, se pide a Dios participar en el Banquete del Reino, que lo tenemos en la celebración de la Santa Eucaristía…
…así lo entiende la Iglesia, por eso en la Liturgia rezamos el Padre Nuestro antes de la Comunión…. conectando directamente con la divina Eucaristía.
Aquí tenemos otra diferencia de traducción … deudas y ofensas:
El idioma de Jesús era arameo y la palabra que Jesús usó, es una palabra que significa DEUDA.
Esta deuda puede ser literalmente una deuda económica, …… pero aquí se utiliza en deudas morales y espirituales a Dios; metafóricamente es el pecado.
Jesús pagó con su Sangre para liberarnos de la esclavitud del pecado…. ¿no es esto una deuda valiosa que tenemos frente al Creador?
¿Cómo pedir el perdón a Dios - que nos ha perdonado mucho más - si no perdonamos al hermano?… ¡qué gran deuda tenemos!
Decidimos perdonar, cuando la gracia de Dios trabaja en nuestros corazones dándonos humildad, coraje y fuerza.
El perdón tiene que ser completo… no recordar nunca más la transgresión del hermano.
Hay una semejanza desde un punto de vista entre:
1… Hágase tu voluntad, en el cielo COMO en la tierra… (según la secuencia correcta de la traducción del idioma original).
2… Perdónanos nuestras deudas, COMO también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Este “COMO” indica de modo evidente una equivalencia:
La sucesión:
“cielo” y después “tierra”, donde se pide que se haga “la voluntad de Dios”
……se repite entre el perdón de los pecados solicitado a Dios = “al cielo” y el perdón de los pecados hecho por “nosotros” = “en la tierra”.
El movimiento de las dos peticiones es paralelo, “cielo” y después “tierra”. Primero Dios y después “nosotros”.
Sobre esto, las Escrituras son absolutamente claras, Dios no es tentador, ni autor del pecado.
Santiago 1: 13-14: ―Nadie, cuando es tentado, debe decir: “que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propio deseo es atraído y seducido”.
Jesús advierte a sus discípulos en la escena de Getsemaní:
“velad y orad para no entrar en tentación” … Mateo 26:41.
Hay 2 tipos de tentaciones según San Máximo:
1… tentaciones de las pasiones, que traen placer y son voluntarias.
2… tentaciones penosas, que traen pena y dolor, como enfermedades o pruebas difíciles, que son involuntarias.
Como enfrentar estas tentaciones:
1… las voluntarias debemos evitarlas.
2… las involuntarias, debemos enfrentarlas con fortaleza y valor.
Posible que Dios permita estas tentaciones, cuando las ve que nos benefician, porque nos hacen más humildes. Nos enseñan a conocer nuestra debilidad y nos impide la tentación del presumido “yo”.
“Entrar en la tentación” significa entrar en reino del maligno, someterse a su poder; justamente lo opuesto de “entrar en el reino de Dios”.
La palabra «tentación» significa originalmente «prueba».
Con el Padrenuestro oramos para que Dios no permita que el diablo nos tiente por encima de nuestras fuerzas.
Pedimos que no nos deje solos en la tentación; que al ser tentados no permitamos esa tentación; que nos ayude en la lucha contra el mal para crecer en el bien.
Cada momento de una "difícil prueba" es una oportunidad para mostrar nuestra confianza en Dios y purificar nuestranuestr
Esta petición está ligada a la petición inmediatamente anterior.
“Líbranos”: es la traducción para expresar la acción redentora de Dios.
“Mal” o “Maligno”: son diferentes términos debidos a la diferencia en la traducción del idioma original, que es “el maligno”.
La traducción literaria del original, es “el maligno” = satanás; la traducción abstracta es “el mal”; ambas traducciones tienen la misma idea.
El mal tiene el sentido de comportamiento incorrecto, lejos de la voluntad de Dios; se refiere a todo lo que se opone a Dios y nos aleja del Reino.
Este término aparece 26 veces en Mateo.
«Líbranos del mal/maligno»: como todas las peticiones del Padrenuestro, surge desde la perspectiva del Reino.
Es el grito de los que tienen como meta estar en el Reino y que se esfuerzan para entrar en él.
San Gregorio Niseno:
“Quien quiere estar fuera del malo, debe necesariamente separarse del mundo. Pues la tentación no alcanza al alma sino mediante la pasión de la preocupación por estas cosas mundanas”.
Al pedirle a Dios que “nos libere del mal”, reconocemos que somos incapaces por nosotros mismos de seguir a Jesús y la voluntad de Dios.
No podemos resistir al diablo con nuestras propias fuerzas.
La oración termina con esta petición para recalcarnos de que hay un Enemigo, que en la prueba final nos puede privar definitivamente del Reino de Dios.
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Si te has perdido alguna parte de la serie:








Comparto la versión que aprendimos en México de niños:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación, libranos de todo mal. Amén <3
Amén!