En la historia de la humanidad hay sólo dos eventos importantes que Dios anunció a través del Arcángel Gabriel:
El nacimiento de Cristo
y el nacimiento del Precursor y Bautista San Juan…. “el más grande nacido entre las mujeres”…. Mateo 11:11.
Juan nace de un modo milagroso por la intervención divina.
Esta fiesta se celebra seis meses antes de la Natividad del Señor.
El Profeta San Juan el Bautista es considerado después de la Virgen María el santo más honrado: el "Ángel, Apóstol, Mártir, Profeta, Precursor e Intercesor de la gracia”; y en su honor fueron establecidas cinco celebraciones en el año litúrgico.
La esterilidad era muy mal vista en esos tiempos, y Zacarías como sacerdote, tuvo que soportar por ello muchas humillaciones.
El milagroso nacimiento de san Juan, es parte del plan salvífico de Dios, ya que él sería el mensajero que prepararía la llegada del Mesías según la profecía de Malaquías: «Yo envío mi mensajero delante de Ti, que preparará por delante tu camino.»
San Juan siempre fue claro en la definición de su persona y misión:
«Yo no soy el Cristo, sino enviado delante de Él»,
«yo soy la voz del que clama en el desierto: Rectifiquen el camino del Señor».
De aquí que viene su nombre: "el Precursor“, palabra latina que significa "el que va delante".
Probablemente esta es la razón por la que San Lucas inicia su Evangelio con el relato del nacimiento de Juan Bautista.
El niño crecía en edad y espiritualidad; llevando una vida ascética en el desierto preparándose para la gran labor.
Aquí vivió llevando una vida de penitencia y ayuno hasta el día del encuentro con Jesús a las orillas del río Jordán.
Ya desde joven Juan pertenecía a un grupo religioso de reglas muy estrictas llamado “los esenios”, que esperaba la llegada de un Mesías y daba gran importancia al rito bautismal para la purificación de los pecados.
Juan Bautista fue un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, siendo el último profeta del Antiguo Testamento y el primer Apóstol de Jesús.
Nuestra Iglesia celebra en el año litúrgico el nacimiento de únicamente tres personas: Jesucristo, María y Juan Bautista.