Romanos parte 1:
Romanos parte 2:
Esta carta del apóstol Pablo es la más larga de todas sus cartas; la escribió con la ayuda de Tercio, que al final saluda a la comunidad de Roma personalmente.
Romanos 16:22… “Yo, Tercio, que he escrito esta carta, les saludo también en el Señor”.
Los destinatarios son: Romanos 1:7… “a todos los que estáis en Roma”, y las escribió desde Corinto hacia el final de su tercer viaje.
Esta carta es diferente a las otras: Pablo no fundó esta iglesia, no responde a ninguna pregunta, no defiende su apostolado, no exhorta ni aclara mal entendimientos y herejías.
Fuera de la preparación de su deseado viaje a España, Pablo no hubiera sido Pablo, si no aprovecharía esta carta para proclamar el poder del Evangelio.
Este es el tema principal que, como un hilo rojo se encuentra a través de toda su carta:
El principio de la redención para toda la raza humana, sin privilegios ni de unos ni de otros; existe un medio de salvación, no es la ley, sino el Evangelio de Cristo.
Romanos 1:15-16… “Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.
En esta carta Pablo recalca que el Evangelio se aplica y salva al judío y no judío.
Romanos 3:29… “¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles”.
Además, acentúa de que él es judío:
Romanos 11:1… “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín”.
Pablo tiene una razón para escribir esto: quería promover la unidad entre los judíos-cristianos y gentiles-cristianos, ya que había una tensión y problemas entre ellos.
La razón:
La influencia de los judíos–cristianos sobre los gentiles-cristianos fue al principio muy grande. Los gentiles se veían comprometidos a seguir la ley mosaica con el Evangelio…. situación que conocemos de la Carta a los Gálatas.
Cuando los judíos fueron expulsados de Roma por el emperador Claudio, los gentiles-cristianos no siguieron la ley de Moisés.
Al regresar los judíos, encontraron un cristianismo diferente… lejos del judaísmo… esta división era la preocupación de Pablo.
Pablo entendió la situación y escribió la carta a los cristianos en Roma – tanto a los de origen judío como gentil.
Temía que, después de su muerte, las pequeñas iglesias no fueran capaz de continuar la línea del Evangelio, y terminaran siendo absorbidas por los judaizantes, o que simplemente desaparecieran.
Como “apóstol de los gentiles”:
“… Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles…”, (Rom. 11:13): buscaba la unidad e igualdad en la iglesia, que los gentiles-cristianos no fueran sobrepasados por los judíos-cristianos.
Y como “judío”:
“… Porque también yo soy israelita…” (Rom. 11:1): quería que su propio pueblo aceptara el Evangelio para su salvación.
La primera sección de Romanos enseña que Dios se glorifica a través del Evangelio, salvando solo a aquellos que creen en Jesucristo y siguen su voluntad, independientemente si son judíos, si siguen la ley, si han sido circuncidado o si son gentiles.
Romanos 3:21-24… “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús…”.
La segunda sección de Romanos enseña que Dios se glorifica a través del Evangelio, dando a aquellos que creen en Jesucristo una profunda alegría, amor y recompensa en la vida venidera.
Romanos 5:10-11… “ Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación”.
Romanos 8:11… “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”.
Romanos 8:16-17… “ El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
Romanos 8:37… “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
La tercera sección de Romanos enseña que Dios se glorifica a través del Evangelio, demostrando la posición elegida por el Pueblo de Israel, que rechaza el Evangelio en ese momento.
Pablo aconsejó a los miembros judíos y no judíos que vivieran el Evangelio para que la paz y la unidad prevalecieran en la Iglesia. Fuera de la iglesia no hay salvación, el “ojo por ojo, diente por diente”, se reemplaza por “AMOR”.
Romanos 9:24-26… “ … a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de los judíos, ¿sino también de los gentiles? Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente”.
La cuarta sección de Romanos se centra en la doctrina del Evangelio, sobre cómo vivir esta enseñanza y la fe en Cristo como la fuente de la salvación.
Esta debe ser la meta decisiva de todo cristiano…. servir a Dios con todas nuestras fuerzas, cada uno según la gracia de los dones que se nos han sido dados.
Romanos 12:1… “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.
Romanos 12:4-6… “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe…”.
Pablo sigue aconsejando como vivir la fe del Evangelio, al que sirve, al que enseña, al que exhorta, al que reparte, al que preside, al que hace misericordia, etc., etc. Capítulos 12, 13 y 14.
Romanos 15:2… “ Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”.
Los futuros planes de viaje del apóstol podrían haber sido también la razón de esta carta.
Pablo planeaba viajar a España a través de Roma y allí buscaría la cooperación de esta iglesia para su misión. Necesitaba misioneros que lo acompañen, así como ayuda material.
Romanos 15:24-25… “lo haré cuando vaya a España. Espero pasar por donde ustedes y verlos. Y cuando haya disfrutado plenamente de su compañía, me ayudarán a seguir viaje hacia allá. Ahora me dirijo a Jerusalén para asistir a esa comunidad”.
Si el Apóstol estuvo en España es un punto muy discutido, no se puede afirmar definitivamente ya que faltan más pruebas; hay argumentos para las dos posibilidades.
Argumentos que afirman:
Hay fuentes que defienden la teoría de que Apóstol Pablo desembarcó en Tarragona, donde gracias a su predicación se convirtieron dos mujeres y hermanas ilustres de esa ciudad: Santa Xantipa y Polixena.
San Fructuoso de Tarragona, martirizado en el año 259, afirmó que, en el año 67 ya existía una comunidad cristiana asentada… ¿prueba del ministerio del Apóstol Pablo en España?
Argumentos que lo dudan:
Cuando Pablo llega a Jerusalén es detenido y encarcelado en Cesarea, durante dos años, de aquí es transportado a Roma, donde fue martirizado. Este hecho puede haber alterado sus planes iniciales de ir a España.
El cristianismo tan temprano en España, puede haber llegado por los legionarios romanos, que era el grupo más móvil del imperio.
Posible que estos la trajeran del norte de África, ya que se han encontrado textos de la liturgia de los primeros cristianos hispanos con mucha sincronía al texto de la liturgia del norte de África.
El Apóstol termina su carta (capítulo 16) con una larga recomendación y despedida con saludos a muchas personas:
Romanos 16:1-2… “Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo”.
Febe de Cencrea, un puerto cerca de Corinto, que fue la portadora de este escrito a los cristianos en Roma.
Último consejo:
Romanos 16:17… “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”.
Última confesión: