La vida de Los Santos: Santa Xenia de San Petersburgo ("Tonta por Cristo")
Conmemorada el 24 de enero (6 de febrero).
Xenia Grigorievna Petrova, nació hacia 1730, de joven se casó con un coronel del ejército llamado Andrei, un hombre apuesto y galán dado a la vida mundana.
Cuando tenía veintiséis años, su marido murió repentinamente tras beber con sus amigos, dejando a Xenia viuda y sin hijos, esto le causó gran dolor puesto que su marido murió sin haberse confesado ni haber recibido la Comunión.
Ella decidió entregarse completamente a la causa del señor y murió así misma, regaló todas sus posesiones y desapareció de San Petersburgo durante ocho años; se cree que pasó ese tiempo en una ermita, o incluso en un monasterio, aprendiendo los caminos de la vida espiritual. Siguió el difícil camino de la necedad por amor a Cristo. La base de esta extraña forma de vida se encuentra en la primera Epístola de San Pablo a los Corintios (1 Cor. 1:18-24, 1 Cor. 2:14, 1 Cor. 3:18-19).
Al regresar a San Petersburgo, llevó una vida como si fuese su marido el que vivía, parecía haber perdido la razón: vestía el abrigo militar de su marido y sólo respondía a su nombre. Vivía sin hogar, vagando por las calles de la ciudad, burlada y maltratada por muchos.
Aceptaba limosnas de personas caritativas, pero enseguida las regalaba a los pobres: su único alimento procedía de las comidas que a veces aceptaba de sus conocidos. Por la noche se retiraba a un campo fuera de la ciudad donde se arrodillaba en oración hasta la mañana.
Cuando se estaba construyendo una nueva iglesia en el cementerio de Smolensk, Santa Xenia secretamente pasaba la noche cargando ladrillos, ayudando a la construcción de la iglesia.
Poco a poco, la gente de la ciudad percibió signos de una santidad que se escondía detrás de una vida aparentemente desquiciada: mostraba el don de la profecía, y su sola presencia casi siempre resultaba ser una bendición. Se dio a conocer como alguien agradable a Dios, y casi todo el mundo la amaba. Decían: "Xenia no pertenece a este mundo, pertenece a Dios".
"La bendición de Dios parecía acompañarla allá donde iba: cuando entraba en una tienda, la recaudación del día aumentaba notablemente; cuando un taxista la llevaba, conseguía muchos clientes; cuando abrazaba a un niño enfermo, éste mejoraba pronto. En poco tiempo, la compasión dio paso a la veneración, y la gente llegó a considerarla el verdadero ángel de la guarda de la ciudad".
Cuarenta y cinco años después de la muerte de su marido, Santa Xenia descansó en paz, alrededor de los años 1800. Su tumba se convirtió inmediatamente en lugar de peregrinación: tanta gente tomaba tierra de la tumba como bendición, y añadían tierra nueva con regularidad; finalmente, se colocó una losa sobre la tumba, pero los fieles también la fueron arrancando poco a poco. Los milagros, curaciones y apariciones de Santa Xenia siguen ocurriendo a quienes visitan su tumba o simplemente piden su intercesión. Se le pide oración de intercesión especialmente para encontrar trabajo, un hogar o un cónyuge (a todo lo cual renunció en vida).
Una piadosa costumbre es ofrecer un servicio de Panachida / Trisagion por el descanso de su marido Andrei, por quien rezó fervientemente durante toda su vida.
Santa Xenia fue glorificada oficialmente por la Iglesia Ortodoxa Rusa fuera de Rusia en 1978 y por el Patriarcado de Moscú en 1988.
Troparion (tono 7)
Amaste la pobreza de Jesucristo, disfrutas del banquete inmortal, con la aparente necedad desenmascaraste la necedad del mundo, por cruz de la humildad recibiste la fuerza de Dios, por lo cual adquiriste el don de ayuda milagrosa,
Bienaventurada Xenia ruega ante el Señor para que podamos liberarnos de todo mal a través del arrepentimiento.
Kontakion (Tono 4 "Hoy te has manifestado...")
Entregaste tu riqueza a los pobres, oh Xenia, y aceptaste la pobreza por amor a Cristo;
Habiendo vivido una vida como la de los ángeles, fuiste considerada digna de la gloria en las alturas.