La vida de los Santos: La Santa Mártir Hermione
Conmemorada el 4 de septiembre (17 de septiembre)
La santa mártir Hermione era hija del santo diacono Felipe. Deseosa de ver al santo Apóstol Juan el Teólogo, Hermione y su hermana Eutiquia partieron hacia Asia (Asia Menor) en busca del santo, pero durante su viaje se enteraron de que éste había muerto. Siguiendo adelante, las hermanas se encontraron con un discípulo de San Pablo llamado Petronias, y copiándole en todo, se convirtieron en sus discípulas. Santa Hermione, dominando las artes curativas, prestó ayuda a muchos cristianos y por el poder de Cristo curó a los enfermos.
Durante este período, el emperador Trajano (98-117) libró una guerra contra los persas y pasó con su ejército por la aldea donde vivía la santa. Cuando le informaron de que Hermione era cristiana, dio orden de que se la trajeran. Al principio, el emperador trató de persuadir a la santa para que renegara de Cristo. Al no conseguirlo, ordenó que la golpearan en la cara, pero ella soportó el sufrimiento con alegría. Además, fue consolada por una visión del Señor, sentado en el trono del juicio, en apariencia de Petronias. Trajano, convencido de la firmeza de su fe, la despidió. Más tarde, Hermione construyó un hospicio en el que acogía a los enfermos y curaba sus dolencias corporales y espirituales.
El sucesor de Trajano como emperador, Adriano, ordenó de nuevo que la santa fuera juzgada por confesar la fe cristiana. Al principio, el emperador ordenó que la golpearan sin piedad, luego le atravesaron las plantas de los pies con clavos y, por último, la arrojaron a una caldera con alquitrán, estaño y azufre hirviendo. Pero la santa lo soportó todo dando gracias a Dios. Y el Señor le concedió su misericordia: el fuego se apagó, el estaño se derramó y la santa permaneció ilesa. Adriano, sorprendido, subió al lugar del suplicio y tocó el caldero para ver si se había enfriado. Pero al tocar el caldero se quemó la piel de la mano. Pero ni siquiera esto disuadió al torturador. Dio orden de calentar al rojo vivo una especie de sartén y poner sobre ella a la santa mártir. Y aquí ocurrió de nuevo otro milagro. Un ángel del Señor esparció las brasas y quemó a muchos de los que estaban junto al fuego. La santa se puso de pie sobre la sartén, como sobre hierba verde, entonando alabanzas al Señor. Al bajar de la sartén, la santa mártir parecía dispuesta a ofrecer sacrificios al dios pagano Hércules. El emperador, encantado, ordenó que la llevaran al templo idolátrico.
Sin embargo, cuando la santa rezó allí a Dios, se oyó un fuerte trueno y todos los ídolos del templo pagano cayeron y se hicieron añicos. El emperador, furioso, ordenó que Hermione fuera conducida fuera de la ciudad y decapitada. Se encomendó la ejecución a dos siervos: Teodulio y Timoteo. Por el camino, quisieron cometer una iniquidad contra el santo, pero justo cuando pensaban hacerlo, se les marchitaron las manos. Entonces creyeron en Jesucristo y, arrepentidos, cayeron a los pies de santa Hermione. Le rogaron que rezara al Señor para que los convocara ante ella, lo que sucedió gracias a esta oración. Después de esto, habiendo orado, ella también expiró al Señor (+ c. 117).
Troparion (Tono 2 «Anticípate...»)
Oh pura, fuiste virgen inmaculada, permaneciendo casta, y te desposaste con el Verbo, que nació de la Virgen Pura, según la carne; así recibiste la gracia divina para las labores de la piedad, para iluminar a los que están en el error; por eso, oh Hermione, Cristo te ha glorificado.
Kontakion (Tono 1 «Los coros angélicos...»)
Como vástago fecundo y flor inmarcesible de Felipe, renombrada entre los santos diáconos, recibiste la gracia divina, oh portentosa Hermione; y contendiste como una virgen, ofreciendo tus puras luchas a Cristo nuestro Dios que te glorificó.