La festividad del Bautismo del Señor = EPIFANÍA O TEOFANÍA
El 19 de enero de calendario gregoriano corresponde al 6 de enero juliano, en el que nuestra iglesia celebra el bautismo del Señor en el Río Jordán, que sucedió en el año 30 y de ello hablan los cuatro evangelistas.
Esta fiesta se conoce también como EPIFANÍA o TEOFANÍA.
Qué es Epifanía exactamente:
esta palabra significa “manifestación, aparición o revelación”, JESÚS se da a conocer. La iglesia conoce tres epifanías:
1… La Epifanía ante los Reyes Magos de Oriente… Mateo 2:1-12
2… La Epifanía a San Juan Bautista en el Río Jordán… Mateo 3:13-17
3… La Epifanía a sus discípulos al comienzo de su vida pública con el milagro en Cana… Juan 2:1-12.
Mientras que las iglesias occidentales celebran en la epifanía más la venida de los Reyes Magos; la iglesia ortodoxa, da prioridad al Bautismo de Cristo por su Precursor San Juan el Bautista.
Qué es Teofanía exactamente:
esta palabra significa también una manifestación divina, pero aquí DIOS, en Su Trinidad se da a conocer.
Las Teofanías del Nuevo Testamento más conocidas son:
1… El Bautismo de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo en el Jordán
2… La Transfiguración de Jesucristo en la montaña de Tabor.
Antes de que el hombre pecara, Dios se manifestaba; el hombre caminaba y hablaba con Dios; pero después que entró el pecado, Adán y su mujer se escondieron cuando oyeron la voz del Señor Dios.
Para nuestra salvación se manifiesta ahora Dios a través de Su Hijo.
Esta fiesta fue recibida por los cristianos desde los primeros tiempos con gran sentimiento, ya que les recordaba su propio bautismo y hacía sentir más profundamente la fuerza de este Sacramento.
En la iglesia primitiva los catecúmenos se bautizaban mayormente en el día del Bautismo de Cristo. Esta es la razón porque el día anterior a Teofanía, es hasta hoy un día de ayuno estricto…. era la preparación para el bautismo y la Comunión.
Ya que el valor de nuestra preparación para la fiesta tan celebre del Bautismo del Señor no ha perdido su mérito; la iglesia ortodoxa mantiene este día de ayuno hasta hoy.
Hasta el siglo IV se festejaban el 6 de enero dos acontecimientos juntos:
el Nacimiento de Cristo y Su Bautismo en el Jordán.
Cuando al final del siglo IV, la Navidad comenzó a celebrarse el 25 de diciembre; se festejaba entonces el 6 de enero sólo el Bautismo de Cristo.
Recordatorios de la original unión de estas dos fiestas, se manifiesta hasta ahora en la semejanza de estructura de las celebraciones religiosas. Así, en la víspera de ambas se ofician “las Horas Royales” después de las cuales siguen las vísperas y la Eucaristía.
La iglesia armenia ortodoxa, celebra hasta hoy los dos acontecimientos juntos el 6 de enero juliano = 19 de enero gregoriano.
San Juan explicaba que su misión era sólo preparar a los hombres para recibir al Mesías, que vendrá y él sólo bautiza con el agua en el sentido de penitencia y limpieza.
El Mesías los bautizará con ”Espíritu Santo y fuego”. En otras palabras, el nuevo Bautismo no será solo un simbólico lavado de los pecados, como el bautismo de Juan, sino será un renacimiento del hombre en la Gracia, “Nacimiento con el agua y el Espíritu”.
Sumergiéndose el Salvador en las aguas en el momento del Bautismo, santificó este Misterio, y trasformó la ceremonia simbólica en el Sacramento cristiano del bautizo.
El Bautismo recibió la importancia de “puerta” al Reino de Dios.
San Cirilo de Jerusalén: “Para un cristiano, las aguas bautismales son el sepulcro, y la madre”.
Sepulcro de la vida anterior pecaminosa, fuera de Cristo, y madre de la nueva vida en Cristo y Su Reino eterno de la Verdad.
Mateo 3:16-17…. “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
El triple milagro que se produjo - abertura del cielo, descenso del Espíritu Santo en forma de paloma y el testimonio de Dios Padre - convenció completamente a Juan que Jesucristo es el esperado Mesías”.
San Juan Crisóstomo: “la paloma es un ser extremadamente manso y limpio. Y como el Espíritu Santo es un Espíritu de mansedumbre, en tal manera se presentó”.
San Cirilo de Jerusalén explica que “en la época de Noé una paloma anunció la finalización del diluvio universal, trayendo una ramita de olivo, así también ahora el Espíritu Santo anuncia la remisión de los pecados en forma de paloma. Antaño una ramita de olivo, ahora la misericordia de nuestro Dios”.
Concluida la Divina Liturgia de esta Fiesta, el clero continúa con el servicio de la Santificación de las Aguas. La tradición de bendecir las aguas existía ya en el siglo tercero y San Juan Crisóstomo la llama “Agua Santa”.
El sacerdote rocía con el agua bendita todo el templo, los iconos, la gente presente, y después sus casas, coches, etc. Recibida con fe, esta Agua Santa, tiene fuerza para sanar las enfermedades del cuerpo y alma. Por eso los cristianos la guardan en un lugar santo de sus casas, y con oración la toman en ayunas.
La tradición es también bendecir Las Aguas en un Río o en el Mar, donde el sacerdote tira tres veces la Cruz al agua.
En tierras de clima caliente los fieles nadan para recogerla:
En tierras frías se hace un corte en el hielo en forma de una Cruz:
Troparion (Tono 1):
En el Jordán, al ser bautizado, Señor, se manifestó la adoración de la Trinidad; pues la voz del Padre dio testimonio de ti, nombrándote su Hijo amado. Y el Espíritu, en forma de paloma, confirmó la verdad de su palabra. Cristo Dios nuestro, que te manifestaste e iluminaste el mundo, gloria a ti.
Kontakion (Tono 4):
Hoy te has aparecido al mundo y tu luz, oh Señor, se ha grabado sobre nosotros que, conociéndote, te cantamos: has venido y te has manifestado, oh Luz inaccesible.
Al día siguiente del Bautismo de Cristo: 7 de enero juliano=20 de enero gregoriano, la Iglesia celebra la Sinaxis = reunión religiosa, del Santo Glorioso Profeta, Precursor y Bautista Juan.
Esencialmente su enseñanza se basaba en una frase característica: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca” preparando así el camino para el plan salvador de Nuestro Señor Jesucristo.
Después del Bautismo del Señor y el reconocimiento por el profeta Juan como el Mesías esperado, algunos de sus discípulos: los hermanos Andrés (el que fue primero en ser llamado) y Pedro, y los hermanos Jacobo y Juan (el Teólogo) siguieron al Salvador, convirtiéndose en sus primeros discípulos y Apóstoles.