Domingo de la Samaritana
4to Domingo después de Pascua
Cristo ha resucitado! Verdaderamente ha resucitado!
La teología de este encuentro entre Jesús y la samaritana es muy profunda y se extiende sobre varios temas.
Jesús rompe barreras:
territorial:
Judíos y Samaritanos no se hablaban ni compartían comida; viajar por Samaria era mal visto por un judío.
En sus viajes del norte al sur, preferían hacer un desvío de camino mucho más largo cruzando el Río Jordán, para evitar el paso por Samaria.
Jesús no excluyó esa zona, pasó por Samaria y evangelizó en territorio enemigo.
Género:
Étnicas:
Jesús demostró que un diálogo/encuentro entre diferente étnicas pueden dar buenos resultados. No debemos discriminar a otra persona sólo por tener una raza diferente.
En el Nuevo Testamento Jesús con la parábola del “Buen Samaritano” rompe otra vez con esta tradición de discriminación.
Religiosas:
La enemistad entre judíos y samaritanos se basaba también en conflictos religiosos.
La religión samaritana, adoraba a Yahveh, pero junto con los dioses paganos como Baal y Astarté, que los asirios introdujeron con los pueblos de varias regiones.
Por una de las diferencias, pregunta la samaritana: ¿cuál es el lugar de adoración correcto?
Los judíos consideran el Templo en Jerusalén y como el único lugar legítimo de culto.
Jesús enseña que la adoración no depende del lugar físico: Monte Gerizim o Jerusalén; sino de corazones sinceros, “en espíritu y en verdad”.
Estos “saltos de barreras” demuestra la universalidad del Evangelio, el mensaje de salvación es para todos, sin distinción de raza, género o historia personal.
Jesús no espera en el templo, ni en la sinagoga, sino se sienta junto al pozo y nos busca intencionalmente.
La samaritana “deja el cántaro”.
“Dejar atrás el cántaro”, significa que ha encontrado un don mejor que limitarse a traer agua del pozo…. ahora va y trae a su pueblo las noticias del “agua viva”.
Dejó su cántaro, así como los discípulos dejaron sus redes y siguieron “pescando hombres.
Dejó su marginada antigua vida y se convierte en discípula y evangelizadora.
Pasa de reconocer a Jesús como extranjero, después como profeta hasta llegar al conocimiento y propagación, de que es el Mesías: Juan 4:25-26… “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo”.
Los cinco matrimonios
Jesús toca entonces el punto vulnerable de la mujer: Juan 4:16-18… “Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”.
La mujer trata rápidamente de cambiar el tema, preguntando por el lugar correcto para adorar.
Cinco matrimonios en esa época no era infrecuente, las razones podrían ser:
* la viudez, ya que las mujeres se casaban muy jóvenes, aproximadamente a la
edad de 13 o 14 años.
* el divorcio para obtener un matrimonio más lucrativo.
* por ser matrimonios “concertados” contra la propia voluntad, solían ser
arreglados por los padres.
* vivir en concubinato, era una situación menor vista que el matrimonio; pero era
una opción legal, cuando ambas partes no tenían el mismo estatus social o
querían evitar problemas de herencia
* ser la segunda esposa, era también una situación tolerada en aquella sociedad.
Había una cierta tolerancia hacia la poligamia.
QUÉ NOS ENSEÑA JESÚS:
El encuentro transformador con Cristo, nos muestra que la iglesia NO tiene barreras... la persona, que muchos hubieran excluido, se convirtió en una de las primeras evangelizadoras de Cristo.
Jesús nos da también el ejemplo de NO juzgar, y nos demuestra que todos estamos llamados a participar en la misión de Dios, independientemente del pasado.
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