La palabra "vísperas" proviene del griego ἑσπέρα (=Espera) y significa "tarde". Este servicio comienza después de la puesta del sol.
En general es este servicio en los días de semana más “silencioso”, preservando los himnos para las vísperas del domingo o de fiestas.
Los textos son tomados del Nuevo Testamento expresando el cumplimiento del plan redentor de Dios en Jesucristo; al contrario de Maitines (Laudes), donde los textos son del Antiguo Testamento
El servicio de las Vísperas tiene su origen en la iglesia primitiva, cuando los creyentes decían una oración de “acción de gracias” cada noche con la llegada del ocaso cuando se encendían las velas al oscurecer.
Se daba simbólicamente gracias a Dios por la luz de la lámpara, que a su vez se refería a Jesús, como la Luz del mundo.
Este símbolo y rito doméstico se conservó cuando los cristianos se reunían en la iglesia al atardecer; y ahora lo vemos reflejado en una oración estándar y central en las vísperas:
“Luz Radiante, de la santa gloria del Padre inmortal y celestial, santo y bendito: Jesucristo. Habiendo llegado al ocaso del sol y habiendo visto la luz vespertina, alabamos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo un solo Dios; digno es en todo tiempo celebrarte con las voces de los Santos, oh Hijo de Dios, Dador de vida, por ello el mundo te glorifica.
Las Vísperas, fuera de ser una acción de gracias por todos los dones que el Señor nos ha concedido a lo largo del día, nos llevan a través de la creación y la redención en Cristo.
Cuando al día siguiente se celebra la Divina Liturgia, se consideran las vísperas un servicio preparatorio para la Divina Liturgia.
* El servicio comienza con el “salmo 103 (104)”, refleja una glorificación a la CREACIÓN.
* Le continúa la “gran letanía” o “letanía de la paz”, en la que se ruega principalmente por paz y por los demás.
* El siguiente himno “Bienaventurado el varón” está basado en el Salmo 1, y es una llamada a la vigilancia espiritual, sobre el camino recto, que apunta a Cristo como el salvador.
* Con el siguiente “salmo 140 (141)”, “Que ascienda mi oración como incienso ante Ti…”, el sacerdote inciensa a los fieles en la iglesia, pidiendo que nuestras oraciones sean escuchadas y ofrece el incienso, como nuestro sacrificio.
El humo simboliza nuestras oraciones que ofrecemos y a su vez la gracia del Espíritu Santo que desciende a nosotros.
El verso: "el alzar de mis manos suba a ti como el incienso de la tarde", es un símbolo de la ofrenda de Cristo en la cruz, donde Él alzó las manos por la REDENCIÓN del mundo.
* Continúa la parte que se llama “Lucernario” (debido al himno tan simbólico que le sigue). Partes de los salmos 140 (141), 141(142), 129(130), y 116(117), se intercalan con unos versos llamados “Stijeras”, que describen la festividad del día, por eso son variables.
* Mientras el coro canta, se lleva a cabo la Entrada del sacerdote al altar con el incensario.
* Le sigue el himno vespertino: “Luz Radiante” que, como ya mencionado tiene su origen en la iglesia primitiva y manifiesta la ACCIÓN DE GRACIAS.
* Como próximo viene el “Prokeimenon” = “que precede”, y son textos variables según el día y fiesta, que anuncian el tema espiritual del día. Por ejemplo, en las Vísperas del sábado por la tarde, el tema de alabanza es la resurrección del Salvador.
* En vísperas de grandes fiestas se continúa aquí con lecturas (principalmente del Antiguo Testamento), llamadas Lecturas del Parameni o de las Paremias.
* Continúa el sacerdote con la “letanía ferviente” orando por el prójimo y su bienestar.
* Con el siguiente himno “Dígnate Señor”, alabamos al Señor y pedimos su ayuda, para poder hacer su Voluntad.
* Continúan las oraciones y letanía suplicante Vespertina, esta vez pidiendo por buenas “condiciones” para nuestra salvación.
* Una vez más tenemos versos de Stijeras/Apóstijas, que son textos/himnos adicionales variables según el día y la fiesta.
* Imitando al profeta san Simeón, quién, al cumplirse la profecía de ver al Señor, oró: “Ahora Señor, despides a tu siervo en paz según tu palabra; porque mis ojos han visto tu salvación” …, repetimos sus palabras en el himno de San Simeón en esperanza de llegar a esa “condición” ... de ver a Cristo algún día.
* Las siguientes tres oraciones, se mencionan en los servicios de la iglesia ortodoxa, mayormente juntos:
“Trisagion”: “Santo Dios, Santo Fuerte…” … el himno, que el Profeta
Isaías oyó a los Ángeles cantar para glorificar al Creador.
“Santísima Trinidad…” rogando al Dios Trino por ayuda.
“Padre Nuestro…” la oración que Jesús nos enseñó.
*Continúan los troparios = “catecismo cantado” de despedida, que narran específicamente sobre el santo o fiesta del día y son tres en total.
* Antes de la despedida del celebrante, terminamos las vísperas con el salmo 33 (34).
** Si hay una fiesta en la que se celebra una Litía/ Lityá, ésta se incorpora en el oficio de las Vísperas.
En este oficio se bendice el pan, trigo, vino y aceite recordando los dones básicos de la vida y el sustento físico; unidos a un acto de profunda intercesión y súplica por el bienestar espiritual.
En el link abajo tenéis acceso al texto completo de las Vísperas:
Doy gracias por la riqueza de la Iglesia y de su Liturgia